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mrlespaul
Reviews
Toy Story 3 (2010)
La vida es un juego
Cuando en 1995, Woody y sus amigos aparecieron por primera vez, el mundo del cine de animación cambió para siempre. No sólo fue la primera película de la empresa de animación Pixar, sino que también fue la primera película de animación computarizada de la historia. Y como si esto fuera poco, nos brindaron un peliculón, tan divertido como emotivo y que comenzaba a mostrar cuál era la idea de Pixar para sus creaciones. Cabe mencionar que encima el film lo dirigió John Lasseter, hoy uno de los tipos más grossos de la empresa, que en aquel entonces había sido recontratado por Ed Catmull -gerente de Pixar- ya que la administración de Disney de aquel entonces, comandada por Michael Eisner, lo había dejado ir porque creía que si la animación computarizada no servía para recortar gastos, no servía para nada...
Toy Story es una de las pocas películas que se puede jactar de tener una secuela tan buena como la original y, lo más impresionante, es que la tercera parte de la saga vuelve a estar a la altura de las circunstancias, al punto tal que uno no sabe cuál de las tres es mejor. No es tan loco lo que dice Cinesargentinos.com sobre esta saga: que va a quedar en la historia como una de las mejores trilogías del cine.
En este caso la historia se pone en tono dramático rápidamente: se ve un video casero que nos muestra la vida de Andy, el dueño de los juguetes, en el que observamos cómo el niño pasó todos los momentos felices de su vida acompañado por sus inseparables amigos Woody, Buzz y los demás. Enseguida, el blanco y negro que enmarca el flashback desaparece y nos encontramos con un Andy de 17 años, empacando sus cosas para ir a la universidad. Menudo golpe para el espectador desprevenido, que ve como las ideas de los muñecos para que Andy juegue con ellos son vanas. Pero cuando, por error, los juguetes terminan yendo a parar en una caja hasta una guardería, comenzarán no sólo las aventuras sino también las risas, en grandes cantidades.
Todos los personajes de la película tienen su rol característico y el desarrollo que se merecen. Son notables algunos personajes nuevos que aparecen, como Barbie, Ken -con la voz de Mike Amigorena en la versión en castellano- o el Oso de peluche que dirige a los juguetes de la guardería. Las risas van por parte de Ken y Barbie, de Mr. y Mrs. Potatohead, del dinosaurio Rex y de un abominable bebé que hace las veces de matón del oso, mientras que las aventuras y las partes dramáticas recaen sobre los personajes más importantes, como Woody, Buzz y el Oso Lotso.
Lo mejor de Toy Story 3 es que es una película muy divertida y muy emotiva al mismo tiempo. Los personajes de los juguetes de Andy parecen ser tan amigos de él como de los espectadores que no pueden evitar sentir compasión por su sufrimiento. Al mismo tiempo, esta tercera parte va a agradar tanto a los chicos como a los grandes, así como lo hicieron las dos anteriores y hay varios guiños al público adulto, con algunos gags que los más chicos no comprenderán -"Qué bien actúas, ¿sigues el método?", le pregunta un juguete a Woody-, pero en especial con tomas que homenajean a grandes filmes que están en la retina de cualquier cinéfilo.
Poco para agregar sobre la versión en 3D, que nos brinda un estilo cuidado y no abrupto y que se entrama suavemente con lo que es animación tradicional: de hecho, muy pocas veces se nota que estamos ante una película en tres dimensiones.
Una vez más, Pixar hizo todo lo correcto y nos entregó una película memorable, llena de aventuras, de entretenimiento sin pausa y de una carga emotiva realmente fuerte. Toy Story 3 lo tiene todo: sirve para el entretenimiento y emoción de los niños, y para la melancolía de quienes hace un tiempo dejaron los juguetes, pero que hubieran preferido guardarlos en algún lugar o regalárselos a algún niño cercano y poder visitarlos cada tanto...
P.S. I Love You (2007)
Morbo, gags y dos amores
Posdata, te amo.
A la hora de estrenar su filme, el director Richard LaGravenese contaba con una corta experiencia como director, pero un hito cinematográfico por ser el escritor de Los puentes de Madison, aquella recordada película con Clint Eastwood de mediados de la década del '90. En el año 2007, este realizador neoyorquino se embarcó en dos filmes que contaban con la misma -e interesante- protagonista femenina, la talentosa Hilary Swank, dos veces ganadora de premios Oscar por mejor actriz, siempre en roles bastante masculinos. Al parecer Swank ya ha dejado en el pasado ese tipo de papeles y quiere explotar más su lado sensual, por lo menos es lo que parece buscar en Posdata, te amo.
Esta comedia romántica, que cuenta la historia de Holly (Swank), una joven que se queda viuda demasiado pronto, es un filme que nunca termina de acomodarse a los varios objetivos que se propone y esa falencia es la que más se nota en el resultado final. La propuesta tiene buenos momentos cómicos, regulares momentos melodramáticos e intensos momentos románticos, pero no logra ensamblarlos de una manera armónica, como para que el espectador no note la artificialidad de la historia. Llega un punto en el que pareciera que las situaciones estuvieran caprichosamente puestas delante de los ojos del público y la desorganizada hilación de los eventos termina por causar frustración. Esta despareja elección llega tan lejos que hasta hace que se preparen con antelación eventos futuros que la película terminará por saltearse mediante saltos temporales evitables, que demuestran, más que otra cosa, que no les alcanzó el presupuesto para poner en fílmico lo que se planeaba. Pero si hay algo particularmente molesto –y ambiguo- durante todo el metraje es el halo de morbo que cubre la película desde que se desarrolla el nudo hasta el mismísimo desenlace. ¿Qué sucede? Que el filme cuenta la historia de una viuda que recibe cartas –mágicamente- de su marido muerto, desde donde este intenta que su amada supere la pérdida de la mejor manera posible. Si bien, la mayoría de las veces, el director elige –con mucho tino- evitarse los momentos dramáticos y los reemplaza por saltos temporales, chistes que nos den información pero sin tornarlo trágico y demás artilugios, hay que decirlo: la pobre viuda sigue recibiendo cartas de su marido muerto, llevando consigo a cada momento los recuerdos y quedándose estancada en su duelo eterno. La película cuenta con la presencia de un gran elenco, lleno de nombres y caras conocidas, como Kathy Bates, Gerald Butler, Lisa Kudrow, Gina Gershon, Harry Conick Jr. y Jeffrey Dean Morgan, todos con participaciones interesantes, pero que terminan pesando poco en un filme al que las actuaciones destacadas le quedan grandes.
También es preciso remarcar que el filme tiene buenos gags, un buen trabajo de la mayoría de su elenco y, por momentos, un tratamiento adecuado del romance, pero esa estructura está mal unida por la dirección y edición, y peor adornada con una serie de baches argumentales, caprichos de guión y microhistorias –como el pseudorromance de Holly y Daniel- que claramente terminarán en ninguna parte.
Posdata, te amo es un filme muy extraño, porque no es la típica comedia romántica para pasar el rato. Con sus toques románticos, sus buenos chistes y su elenco destacado, pareciera estar para mucho más, pero una serie de malas decisiones de dirección, terminan guiándola al lugar incorrecto. Quizá sea mejor creer que todo es un pasatiempo y no valga la pena ponerse a hilar tan fino. Quizá este filme podría haber sido realmente mejor y no lo logró.
Ghost Town (2008)
Un fantasma en Nueva York
Hay veces que las películas simplemente tienen el tono adecuado. No hacen méritos para pasar a la historia, no tienen en su apartado técnico, en su desarrollo narrativo o en ningún otro aspecto algo que las haga destacarse del resto, ni siquiera algo que las haga originales, pero pueden hacer que el espectador se sienta cómodo durante un rato. No hay dudas de que eso es lo que sucede con Ghost Town, un filme menor, trillado, apenas cómico, pero con el tono correcto y un protagonista que vale la pena ver. Eso es todo y, a veces, es suficiente.
Está claro, entonces, que no estamos ante una gran película. Se trata de una historia que hemos escuchado alguna vez: un hombre -no tan común y corriente, más bien digamos, un reverendo "hdp", anitsocial y malhumorado, más cerca de la Tana Ferro que cualquier otro personaje de película yanqui que podamos recordar, pero más solitario- es capaz de ver fantasmas, o sea, gente que ya se murió y que quedó vagando por la ciudad porque quedaron con alguna cuenta pendiente en la tierra al momento de perecer, y tiene que lidiar con uno de ellos, que es bastante pertinaz y no lo va a dejar en paz hasta que lo ayude.
David Koepp, el responsable de este largometraje, tiene una larga trayectoria en el cine. A lo largo de sus más de 20 años de experiencia en el rubro, se ha dedicado mayoritariamente a escribir guiones de las películas más diversas, con varios hitos cinematográficos entre los que se encuentran Carlito's Way, de Brian De Palma (con quien trabajó también en Ojos de serpiente y Misión imposible, entre otras), Jurassic Park, de Steven Spielberg (que también lo convocó para una de las secuelas y para La guerra de los mundos), La habitación del pánico, de David Fincher, Spider-Man, de Sam Raimi, Ángeles y demonios, de Ron Howard, y Zathura, una de las primeras incursiones detrás de las cámaras del director de Iron-man, Jon Favreau. Por su parte, se encargó también de la dirección de algunas películas entre las que se destacan la vibrante Ecos mortales y la dubitativa La ventana secreta, con Johnny Depp.
Si hay una gema en el filme es Ricky Gervais, el protagonista de la serie The Office original -o sea, la británica- que encarna a ese antipático personaje principal, un odontólogo inglés capaz de rechazar sin el menor atisbo de culpa la invitación de un colega a ver las fotos de su hija recién nacida o de cerrarle la puerta del ascensor en la cara a una vecina del edificio que viene empujando unos pesados bártulos. El actor no sólo demuestra su capacidad cómica porque es capaz de hacerlo, sino también porque todo el guión está escrito para su lucimiento, y probablemente su particular forma de ser haya sido la excusa para rodar el filme sin que la historia se transforme directamente en otra que ya se contó hace una década o más.
El papel del fantasma pesado y charlatán que busca convencerlo de que lo ayude recae en Greg Kinnear, que cumple con un buen trabajo, al igual que la bella Tea Leoni, que personifica a su viuda. Lamentablemente, la originalidad del filme es nula, por lo que nos veremos sometidos como espectadores a ver lo obvio: el malhumorado dentista será convencido de que no se puede vivir negándose a la vida en sociedad y que ayudar a los fantasmas es algo que no sólo tendrá que hacer para que se dejen de hinchar, sino que será algo bueno para sí.
Sobre el final, todo lo poco original que fue la historia trata de redimirse en una serie de golpes de efecto y giros quizás forzados, pero que al menos logran cambiar un poco el relato que ya sabíamos de antemano. La narración clásica de la comedia romántica de siempre -esa que cuenta la conquista, el enamoramiento, la decepción y el descenlace, ya sea juntos o separados- también se puede encontrar aquí a pesar de que no se trata de una comedia romántica propiamente dicha.
En resumen, Ghost Town es una película que probablemente olvidemos pronto, pero que mientras la veamos nos hará reír un poco y hacernos olvidar algún que otro problema no tan grave. A veces, con eso basta.
Bad Day at Black Rock (1955)
Resistente al paso del tiempo
CONSPIRACIÓN DE SILENCIO - BAD DAY AT BLACK ROCK (1955)
John Sturges es el principal responsable de esta joya bastante poco conocida en el mundo del cine. El elenco encabezado por el héroe, Spencer Tracy, tiene bastante que ver, pero es el estupendo guión co- escrito por Howard Breslin, Don McGuire (también guionista de Tootsie) y Milliard Kaufman lo que funciona a la perfección para mantener en vilo a los espectadores desde el principio hasta el final. Un hombre manco baja de un tren en el inhóspito pueblo de Black Rock en medio del desierto. Desde el momento en que la locomotora se va acercando, todo el poblado se sorprende y cuando John Macreedy finalmente baja del vagón, las caras que lo reciben no son las más amistosas. El viejo John no tiene un momento de paz en Black Rock: ni bien apoya un pie en tierra, desde el puesto de vigilancia lo recibe un apático guardia que se niega a brindarle información y un grupo de pobladores le corta el paso antes de que pise el hotel para preguntarle qué buscaba de muy mala manera. El motivo de la extraña visita de Macreedy es averiguar el paradero de un viejo amigo japonés y la situación adversa no parece hacerle cambiar de parecer. En el hotel, le avisan que están todas las camas ocupadas, pero el buen hombre sube la escalera y se acomoda, sabiendo que eso no era cierto. Así, uno a uno, los habitantes del pueblo le van metiendo palos en la rueda, sin que nadie jamás nos de un indicio de lo que está pasando. Y ese es el punto fuerte del filme, la consistencia del relato y la intriga que se va generando a partir de la búsqueda de Macreedy. Dentro de un guión muy bien ensamblado, es muy valioso el papel del enemigo interpretado por Mark Ryan, el mandamás de un pueblo que esconde demasiados secretos. Es un villano ideado con una enorme presencia que va cercando cada paso que da el intruso en la ciudad. Su brazo tirano siempre se estira un poco más y termina por cooptar a los personajes menos pensados. En su lucha por conocer la verdad, Macreedy no tiene a nadie de su lado y entre esa batalla solitaria y el silencio que guarda ese pueblo-tumba están los mejores momentos dramáticos del filme. Conspiración de silencio es una película que peca un poco de exagerar las cualidades del héroe, a quien le podíamos aguantar toda su sagacidad, pero no tanto que le de una paliza a dos tipos mucho más grandes que él con la única mano que tiene. Esa falencia vuelve a aparecer en un final a toda acción, que termina por dejar un enorme film tambaleando un poco. Bad day at Black Rock es una buena historia estupendamente contada, con climas bien logrados, mucha intriga y suspenso y un villano omnipresente que decora el relato a la perfección y que cerca del final flaquea un poco por elevar al héroe a una dimensión que no le correspondía.
8/10
Avatar (2009)
Exhibición visual con historieta de fondo
Avatar
Desde hace mucho que escuchamos hablar de la película que revolucionaría el cine. La vuelta de James Cameron a la dirección después de muchísimos años, demasiados para un director de su envergadura. Avatar llegó a nuestro país para demostrar que, si bien probablemente no sea merecida la cantidad de premios Globo de Oro que se llevó, es un espectáculo visual soberbio. De eso no cabe ninguna duda: desde el punto de vista técnico, Avatar es impresionante, imponente e hipnótica. Y no se puede dejar de pensar de esa forma cuando uno se imagina que cada uno de los fotogramas que transcurren en Pandora están modelados por computadora. Pero su mayor virtud es, quizás, su mayor inconveniente: promediando el metraje, el espectador empieza a sospechar de que Avatar no es más que una exhibición de la magia que su director supo lograr a través de la magnífica puesta en escena virtual. Un segmento importante de la película es dedicado a mostrarnos cómo el protagonista explora y conoce este maravilloso mundo nuevo. Y cada nueva escena es aún más espectacular que la anterior. La historia que relata es por momentos algo compleja y por momentos demasiado pobre. Ambientada en el futuro, cuenta que los humanos han descubierto un planeta llamado Pandora, en donde existen cantidades de un precioso metal que vale millones cada kilogramo. Es imperioso conseguirlo, pero para ello hay que desplazar (o aniquilar) a los habitantes nativos (unos humanoides azules de tres metros de altura y cola de gato, llamados Na'vi). Entonces, mientras que los militares quieren utilizar la fuerza, hay científicos que prefieren buscar la manera de convencer a estas poblaciones de que se muden para que ellos puedan quitarles el mineral. Para contactarse con ellos, los humanos se "disfrazarán" de Na'vis conectándose virtualmente (casi como en Matrix...) a unos cuerpos artificiales nativos llamados avatares. Sam Wortington interpreta a un soldado que se mete en el proyecto avatar y será el encargado de conocer a los nativos un poco más. Con sólo leer esta breve sinopsis y calcular el tiempo que se toma el director para exhibirnos, pasarnos por nuestras narices, su maravilloso Pandora, se imaginarán por qué el filme dura casi tres horas. Aun si el único problema del filme fuera esta debilidad de regodearse en sus propias ventajas, es probable que merecería ganar muchos premios Oscar, pero lamentablemente no es así. Cameron logró representar un mundo imposible, pero a la hora de contar la historia se quedó bastante corto. El guión tiene varios agujeros difíciles de entender, explica poco donde debería explicar más y, para colmo de males, es bastante predecible en su progresión narrativa y remite constantemente a una infinidad de películas (Matrix, Jurassic Park, Alien I y II...). Entre los "plot holes" podemos contar que nunca queda demasiado clara la relación entre los humanos y sus cuerpos de Na'vi, los avatares. Supuestamente, cuando los avatares duermen, los humanos se desconectan de ellos, y sus ficticios cuerpos azules quedan durmiendo en Pandora. Pero eso recién se aclara al final, cuando eso ya sucedió varias veces y nadie nos contó que pasaba con los avatares durmientes en medio de la población de Na'vis que se preguntarían si se pasaron con el Melatol o vaya uno a saber qué...
Hay quienes ven en los sosos mensajes que dispara el filme -el peligro de la avaricia humana, la barbarie de los exterminios de pueblos nativos, la sacra conexión de los Na'vi con la naturaleza y su costado espiritual- un motivo para enaltecerla. Será por esas moralejas que Avatar, por momentos, parece una película de Pixar. Ni hablar de algunos de sus personajes, como el Coronel Quaritch (Stephen Lang) o la soldado Trudy Chacon (Michelle Rodriguez): ambos son casos paradigmáticos de personajes lineales, áridos, cuadrados, lisa y llanamente espantosos y, por ende, poco creíbles. El Coronel Quaritch tiene que ser el peor villano (de una película medianamente seria) de los últimos tiempos: es indefectiblemente, insoslayablemente, 24 horas al día malísimo. Nunca deja de ser malo un rato para ser traicionero, vil, embustero, es únicamente muy malo, ridículamente malo. Y con Trudy pasa exactamente lo contrario: es tan buena que abandona al ejército en pleno bombardeo, con la frase: "Yo no me enlisté para esto". Casi tan ridículo como que el mineral se llame "unobtanium" ("inconseguibleum") y el personaje del héroe nativo (digamosló, los na'vi son como cualquier pueblo indígena pero azules y grandes) se llame Jake Sully, según los na'vi "sheiksulí", casi casi Shaka Zulu... Algún sabio dijo que Avatar era "del director de Terminator y el guionista de Titanic". La historia de Avatar camina por la cornisa mucho más que la de Titanic por el mero hecho de que tiene que inventar cosas de un mundo que no existe y en la de Di Caprio nos contaban como dos jóvenes se enamoraban en un viaje en barco. Sin embargo y pese a todo, Avatar en 3D no deja de ser una película de vista obligatoria para cualquier cinéfilo y casi para cualquier mortal. No porque de mirarla surjan las ideas para la revolución o porque no verla sea tan grave, sino simplemente porque es visualmente impactante, inabarcable, inolvidable y porque es un buen entretenimiento. Si merece o no Oscares y los Golden Globes que ganó, es otro asunto.
The Elephant Man (1980)
The good ones, the bad ones and the very ugly one
David Lynch surprise a lot of us with the story of John Merrick (a great John Hurt), a Circus freak of the XIX century which has his face and body totally deformed, to the point that people frightens when they see him. He lives with his "owner", Bytes (Freddie Jones), a really mean man, who gets paid for showing him in a cage, in a vulgar and horrid spectacle. But one successful Doctor (Anthony Hopkins, sober and good as always) in London finds John in a Carnival and he wants to help him.
At the beginning, the only thing he wants is to show the man (just like the other man used to do) in an anatomy class for doctors, but once he get to know John a little bit, he gets a room for him at the Hospital and he protect him from Bytes, from whom he had been stolen.
At first, John seemed to be dumb and stupid, but after a while, we noticed that he wasn't any of those things: he can talk (he has some difficulties but he can) and he can also read (not a common skill at the time). But what really shocks Doctor Treeves and us is the fact that John is the most pure and gentle man we could ever imagine. He is incredibly kind and sensitive, and he feels that he had found a friend in the Doc.
The fact is that John became very famous in the city just for being deformed and living at the Hospital, and with him became Doctor Treeves very popular.
And here is one of the keys of the whole film: Dr. Treeves ask himself whether he's good or bad, because he understands that he made the same that Bytes, he won something by showing the monster.
But what I think is the most important element is the fact that John could be the purest person in the world, gentle, kind and polite, but he is so extremely ugly, that people can't really love him. I know this could sound crazy in some way, but I beg you to be honest and ask yourself if you could. Remember this scene in which an old couple visit him in his isolated room: remember the expression in their faces... he can be the best man ever, but he's still a monster and we suffer every time we see him.
So, we get to see that there are good people (like Merrick or Treeves or the other freaks from Circus), there are bad people (Bytes and some that I rather not mention) and there is also ugly people. But maybe we are some kind of a mix of all this...
The plot is very good. The acting is good as well (it is really funny how a lot of us, including me, say that John Hurt performance is great, in spite he is wearing a mask and a lot of make up from the beginning to the end, and he has almost no expression in it!) and this is until now, the best movie i've seen made by David's Lynch peculiar brain.
Buena vida (Delivery) (2004)
Life is a delivery
Hernan (Ignacio Toselli) is a standard guy who works delivering with his little motorbike in the middle of the recent Argentinian crisis. His life seems to be boring and sad, now that his family moved to Spain. But he meets a girl, Pato (Moro Alighieri), at a gas station and he falls in love at first sight. She need a place to stay, so he offers to rent one of his rooms for her. After a while, they start a relationship, and Hernan seems to be living a dream. But the dream is about to get short, when he discovers that the girl has some secrets that he can't stand. Everything is going to become awkward when Pato's family moves in with them, and they don't seem to feel guilty about it. The greatest problem is that Hernan is to good to fight for what belongs to him, and in a couple of days, all the world seems to be against him. Pato is enigmatic. She has secrets everywhere, she seems to be too weak to stand all the problems and finds the easiest way. Sometimes she feel bad, but most times we don't know what the hell is doing. The movie has his best moments in the performances of Hernan, Pato and Venancio (Oscar Nuñez), and we get to laugh when Beto (the great Ariel Staltari of Okupas) and Seba (Pablo Ribba) appear. We are going to feel impotence from the beginning till the end, because of the problems that Hernan can't solve. Good acting, great script, marvelous reflex of the crisis in Argentina, where "good people like you (Hernan), we can't find anymore in this harmed country", as Venancio use to say. 7/10
Vozvrashchenie (2003)
The Return
How does such a simple movie touch our deepest feelings, it's a little hard to explain. Two young brothers live with their mother and grandma, without worrying too much. Some day, their father comes in town, looking for them. They don't say too much. Nobody does. The man arrives, too serious for them and for us, seeing the movie. And then they begin a trip, they go fishing, just the 3 of them. Everything is an enigma in the movie. Why did the father disappear, why did he come back? Their relationship is a bit harsh. The man is some kind of rude, he doesn't laugh, he seems to be more an army man than a father, and he doesn't have a clue about how to treat their own children. One of them, the oldest, is more interested in his father than the youngest one, which seems to keep some anger with the man. On and on, we just see a simple story, from which we know absolutely nothing. The words are really a few, but we understand all that we need. It's amazing. But the best part of the whole movie is every scene. You see it and there's a painting in every frame, a real masterpiece. The photograph is something unbelievable, just perfect. There must be a paragraph apart to say something about the acting which is also marvelous. All the people in the film, communicate without talking much. They just stand there and show us an incredible performance. Some of us will expect more of the story. Maybe it's something missing. Or maybe the story as we think it is, is not important at all. Just watch, feel and enjoy.
Irréversible (2002)
shocking stuff!
I've just seen this Gaspar Noe's movie and I must say: Shocking stuff! But i have to say that shocking isn't always good. What i really meant is that in unbelievable in some way. Let's see: most actors performance are quite perfect, from the brilliant innocence of Bellucci, till the furious anger of Cassel, all is perfectly believable. To say that THE SCENE (the capital letter is on purpose) of the rape is almost real is to enter in a common place. There's no place for a metaphor in the entire movie. And the story, quite short and simple, i must say, is, although, interesting and fluid. And that's it... there's nothing else to applaud in the movie but that and the fact that Monica Bellucci is naked a really long time. I think you will agree with me if I say that, in spite of being an outstanding show, someone so beautiful or more, nude in a movie does not make it great.
So, where are the problems of 'Irreversible'? To start, the way to present the scenes, backwards, isn't original anymore since 'Memento' did the same. It has the same objective, and, I admit it, it doesn't fail (if the story were told normally, the movie would be pure crap), but it seems to be a stolen idea. It is also really bad (but I must say that if what I said previously wasn't original, this was something I've never seen in my whole life) the way Noe moves the camera in unstopping circles in the first half hour. I saw the film at home, in a poor screen and I felt sick (as if I were about to throw up), so I can't imagine what would have happened if I had seen it at the cinema. I could not help myself feeling sorry for the director... The grossness of most scenes only show the quality of his sickness, and the way he present several facts just made me think that he didn't want us to like his movie.
It was shocking, it was disturbing, it was original (in some way)... it was also poor, short but not always interesting, uselessly demonstrative and almost offensive.